Llevar el amor de Dios fuera de las cuatro paredes del templo, alcanzando a las personas en las calles, comunidades y lugares olvidados, compartiendo el mensaje de salvación, restauración y esperanza en Cristo Jesús a través de acciones concretas de servicio, compasión y discipulado.
Ser una iglesia viva y activa que transforma vidas y comunidades, siendo conocida por su amor genuino, su compromiso con los necesitados y su pasión por llevar el Evangelio a donde otros no llegan, hasta ver ciudades enteras rendidas al señorío de Cristo.